Los murciélagos usan pulsos de sonido muy agudos y de corta duración. Estos pulsos rebotan con facilidad en objetos muy pequeños, como los insectos.
Durante mucho tiempo, los expertos en comportamiento animal asumieron que cada murciélago busca y ataca a sus presas en forma independiente, pero un estudio reciente realizado por investigadores del Instituto Smithsoniano para Investigaciones Tropicales acaba de revelar algo inesperado.
Para comenzar, los delicados oídos de los murciélagos también pueden escuchar los sonidos producidos por sus presas y, sorprendentemente, escuchan las señales de otros murciélagos. En pocas palabras, estos animales a veces le ganan la presa a sus colegas.
Este descubrimiento revela que el comportamiento de una nube de murciélagos es mucho más complejo de lo que se habían imaginado los expertos.
Este descubrimiento abre otras posibilidades: si los murciélagos pueden escucharse, también podrían comunicarse de alguna forma. Si esto ocurre, entonces es probable que los grupos de murciélagos tengan una organización social compleja.
En los próximos años, otros estudios podrían revelar que estos animales, fundamentales para el equilibrio del ecosistema terrestre, son mucho más inteligentes de lo que sospechamos en la actualidad.
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