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Todos los planetas del Sistema Solar han sido explorados por naves automáticas.

La gran mayoría de ellos han sido visitados en más de dos ocasiones y casi todos han contado con sondas orbitales que los han explorado por años enteros.

Existen dos planetas, especialmente interesantes, pero especialmente difíciles de alcanzar: Urano y Neptuno.

Estos planetas son de gran interés para varias comunidades científicas (entre otras, la de los astrobiólogos). El problema es el enorme tamaño del Sistema Solar.

Existe un movimiento en la comunidad científica especializada que propone, cada vez con más convicción, el envío de una nueva generación de sondas automáticas a estos planetas. La información que podrían generar tendría un gran valor para entender el proceso general de formación de los planetas en el universo, pues estos dos “gigantes intermedios” pertenecen a la categoría más abundante de exoplanetas descubiertos hasta ahora.

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