Uno de los aspectos más apasionantes, atractivos (y también inquietantes) de la robótica moderna es que ha logrado desarrollar máquinas de movimiento autónomo de un tamaño cada vez menor, y con un comportamiento cada vez más parecido al de un animal.
Un robót así podría entrar con facilidad en cualquier recoveco (por ejemplo, para localizar víctimas de un derrumbe), pero también podría llevar cámaras, micrófonos y hasta armas químicas o bacteriológicas a casi cualquier instalación.
Busque en nuestra redes sociales la liga al vídeo oficial del grupo que lo construyó.
“Suscripción al Programa Individual” del día de hoy: OCÉANO FANTASMA.
Escuche gratuitamente la “Nota de Hoy”: AMBIENTE AGRESIVO.