Los fenómenos naturales más extremos de nuestro planeta parecen imparables; parece imposible desviar a un huracán o detener a una ola gigante antes de que cause daño.
Un grupo de matemáticos acaba de publicar un trabajo que sugiere una forma en la que se podría disminuir en forma muy importante la intensidad de un tsunami.
Gracias a las matemáticas, quizá pronto podríamos tener un poder que no era accesible incluso para el mismísimo Poseidón.