Con alguna frecuencia, la evidencia vieja y aparentemente inútil se vuelve valiosa cuando es examinada de nuevo con técnicas avanzadas.
Recientemente, fueron reexaminados los fósiles de semillas de algunas de las primeras plantas con flores con la ayuda de una técnica desarrollada orignalmente en el mundo de los aceleradores de partículas.
Gracias a esta técnica, ha sido posible estudiar el interior de estas diminutas semillas y ver el embrión fosilizado; de este descubrimiento se desprenden nuevas ideas sobre la dispersión de las primeras plantas con flores, que en la actualidad dominan los ecosistemas en la tierra firme en todo el planeta.